Ayer le conté a mis papás sobre Josué. Les comenté esto porque el día que salimos él vino a recogerme y mi papá hizo el papel de padre protector y le abrió la puerta. Mi pobre papá piensa que Josué es mi única opción, porque no sabe que el año pasado nomas salí con otros tres tipos diferentes, que por razones fuera de mi control, no funcionaron como pareja.

Así que, cada cierto tiempo, y hasta que alguien más venga a recogerme a la casa, o yo les diga "adivinen qué, tengo novio", mi papá va a seguir preguntando que fué de ese chico que vino a buscarme ese día, y me va a dar un sermón de la tolerancia y que debo conocer a la gente antes de desecharla, bla, bla, bla.

Le conté que me había mandado dos correos, uno para invitarme, otro para hacerme sentir mal, supongo, y de paso, introducir una nueva palabra en mi vocabulario: "inquina". Ni siquiera mi viejo sabía que mierda significaba inquina, así que tuve que explicarle qué había querido decir Josué, que dicho sea de paso, es bien atorrante (digo, ¿el habla así con sus patas, o que?)

Lo que sea, mi papá me miró y exclamó: "Que mala eres, hijita". Eso fue el día de mi cumpleaños. Gracias papá, cuanto amor... En fin, él lo dijo porque piensa que eliminarlo del facebook es muy drástico. Pero para que entendiera mi punto de vista, le expliqué que antes de tomar esa decisión, habían sucedido varias cosas antes.

A ver. Si sales con alguien, pero no pasa nada y no quieres volver a salir (es decir, no le ves ni siquiera potencial para ser fuckbuddies, o para pasarla hasta que conozcas a alguien que sí te mueva el piso), ¿que haces? Pues no le contestas las llamadas, no le hablas por el messenger, si te llama le cuelgas, si te habla por el messenger te pones desconectado, o mejor aún, lo bloqueas. Ese es el paso 1. La mayoría de gente entiende en ese punto que no estás interesada en salir con él. Todo bien, pasa un tiempo y quedan como amigos. Aunque ahora que lo pienso, solo conozco a una persona con la que he seguido teniendo amistad después de haber salido. Supongo que es raro pero posible.

Si en este punto, el sujeto en cuestión no entiende y sigue llamando, entonces ya hay que descender un escalón más y hacérselo mas crudo, para ver si así sí comprende. Así que sigue llamando, pero no se detiene ahí. Un día estás caminando por tu facultad y te lo encuentras "casualmente" caminando por ahí, pero no es su facultad, ¡ni siquiera es su universidad!, sucede que vino a ver a un pata y no se que florazo... Pues limitas la conversación a la mínima información posible, monosílabos como "si" y "no", el muy conocido "puede ser" si te pregunta por algún evento próximo en tu calendario (dicho sea de paso, tu perfil del facebook es la página principal de su navegador, así que te tiene chequeadaza), y en general, mantienes una actitud relajada y distante. Ese es el paso 2.

Los que no cayeron con el paso 1 (probablemente ya estén mas curtidos y saben cuando deben alejarse), definitivamente caen en el paso 2. No hay nada mejor que una conversación incómoda y distante para disipar cualquier idea o ilusión que haya quedado en el camino.

Ahora, y esta es la parte mas engorrosa de todas, si aquellos que no entendieron con el paso 1, ni con el paso 2, ya hay que aplicar un escalón mas hacia el fondo y darles con todo en el paso 3. Supongamos que pasa un tiempo de ese encuentro incómodo en la facultad, y ya que se acerca tu cumpleaños te invita a salir (un poco autobiográfico, ¿no?) de nuevo. Ya no hay otra que eliminar todo contacto posible. Incluso seguro te olvidaste que lo tenías en el facebook. Lo borras de todos lados, lo bloqueas, y de encontrártelo en la calle, simplemente voltea la cara para otro lado y camina en dirección contraria. El tipo te va a odiar, pero ¿queda otra cosa que hacer?

¿Que pasa si en esta etapa mostramos algo de misericordia? Cuando ya has llegado al paso 3, cuando la persona en cuestión simplemente no comprende que lo de ustedes no existe, no existió y jamás existirá, cualquier avance, cualquier mirada, cualquier sonrisa, lo van a llevar a pensar que sí existe algo. Lo cuál te trae problemas si estás saliendo con alguien, o si ya tienes a otra persona en mente.

Mi teoría con Josué es que el pobre solo ha tenido una flaca en toda su vida, y por lo tanto, no sabe aplicar otra metodología para salir con chicas que ser un pegoste. Él está convencido que no salimos porque a mi me cuesta mucho traicionar a mi amiga (recuerden que es ex de una amiga) y que es un asunto moral, antes que un asunto visceral. Es de esos tipos que le gusta una flaca y ahí está, incondicional. Honestamente pensé que ya se le había pasado, pero me dio señales de que no, por eso apliqué la última estrategia posible.

Hay que acotar una cosa. Antes de todo este lio, después que no le contesté un par de llamadas, me atreví a hablarle por el messenger. Personalmente no, porque imaginé que iba ha hacerme una escenita. Así que le dije por messenger que yo no estaba buscando novio y que él era ex de mi amiga, así que mejor dejabamos las cosas ahí. Creo que enredé todo, pero me daba pena colgarle el teléfono todo el tiempo y ya me estaba comenzando a sentir una psicópata, sin sentimientos. Josué me dijo una serie de rocazas, de que él no estaba bucando una relación tampoco y todo eso. Pero siguió llamándome una vez por semana para hacer planes para el fin. O sea, como si las huevas, como si no le hubiera dicho nada.

Así que, mi conclusión es que hay tipos con los que se puede salir y después no pasó nada; y luego hay tipos con los que hay que pensarla antes de salir, porque se pueden volver unos acosadores. Ahora que lo pienso, hay un cuarto paso que podría seguirse en situaciones extremas. Que pasa si Josué me busca y quiere que le de una explicación. Dada su increíble insistencia, puedo imaginarme ese escenario. ¿Que debería de hacer? ¿Ser sincera y decirle "la verdad es que no me gustas"? Debe ser duro, pero supongo que en casos extremos es necesario hacerlo.